Numerosos interrogantes emergen en el ecosistema de la franquicia, que, como cualquiera, ante un episodio traumático, reaccionó con incredulidad para, una vez superado ese shock inicial, pasar –en tiempo récord– a la etapa de aceptación, que se tradujo en planes de apoyo y contingencia orientados a aliviar, en la medida de lo posible, a unas redes castigadas por el parón abrupto de la actividad. Ahora, las cadenas diseñan protocolos de apertura para una realidad aún incierta e intentan esbozar un futuro inmediato aun más incierto.