El concepto de economía circular ha llegado también al sector turístico y en concreto al hotelero, cada vez más consciente de que equilibrar los aspectos medioambientales y económicos en su gestión no es ya una opción para ellos, sino una obligación. Esto se debe a que este sector económico es uno de los que más contribuyen al calentamiento global, pero también, y, sobre todo, a que la industria hotelera es una de las mayores consumidoras de recursos naturales. Y las compañías lo tienen claro: cuidar del entorno en el que operan es cuidar de su negocio.