La isla Livingston es territorio de elefantes marinos y pingüinos. A pesar de que alberga varias bases de investigación, la presencia humana es escasa. La ciudad más cercana, Ushuaia en Argentina, está a 1.000 kilómetros de distancia. Y, sin embargo, en sus aguas y sus costas hay rastros de nicotina y de cafeína de filtros solares, de analgésicos y hasta de anticorrosivos industriales. A pesar del aislamiento aparente del continente helado, la presencia de contaminantes emergentes en sus ecosistemas es cada vez mayor.
Una parte de las sustancias contaminantes presentes en la Antártida llega a través de los humanos que visitan el continente. Pero la mayoría tiene su origen en los vertidos de aguas residuales y la incineración de residuos en todas las partes del mundo. Así, diferentes análisis también han encontrado en la Antártida sustancias con capacidad de alterar el sistema hormonal, retardantes de llama, metales pesados como el aluminio o micropartículas de materiales como el poliéster o el teflón.