Será el territorio de acción de un grupo de profesionales que ha diseñado un plan de desarrollo rural apoyado en el autoconsumo energético y los nómadas digitales, entre otras acciones
Con la certeza de que es posible generar un «modelo atractivo, coherente y sostenible de pueblo» y la realidad ya demostrada en otras regiones de Europa, un grupo de profesionales de diferentes sectores (innovación de política pública, comunicación y marketing, consultoría energética, etcétera) han sentado las bases de un proyecto de desarrollo rural que aplicarán en Vega de Valcarce. El territorio de actuación podría haber sido cualquiera, pero han elegido este municipio berciano por la influencia de Atila, un ciudadano húngaro que hace años realizó el Camino de Santiago y se enamoró del Castillo de Sarracín. Desde entonces, es un férreo defensor de Vega y mejor embajador. Él es la persona que ha puesto en contacto al Ayuntamiento con este grupo de trabajo, coordinado por la analista de política pública residente en Reino Unido María Eugenia Angulo.
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